Nunca he sido una persona muy
dada a elaborar títulos muy originales, de hecho en ese sentido creo que si
hubiera un ranking de gente poco creativa estaría peleando por el liderato, y
con serias posibilidades de ganar. En este caso voy a hablaros de la novela que
da nombre a este blog, y que sin lugar a dudas, se encuentra entre mis relatos
favoritos.
Conocida también como ¡Tigre!, ¡tigre!, este relato de 1955, publicado en España como Las estrellas mi destino (la última
reedición es de Gigamesh y apenas
sobrepasa las 200 hojas), es la obra más reconocida de Alfred Bester, un periodista neoyorquino muy poco prolífico en el
género de la ciencia-ficción pero de gran éxito, lo que le valió un premio Hugo (por su novela El Hombre
Demolido) y la distinción póstuma de Gran
Maestro.
Su fugaz travesía por la ciencia-ficción,
junto a un estilo claramente independiente y alejado de las tendencias
habituales en este mundillo, le hicieron dejar su impronta entre los lectores,
los cuales abanderaron sus relatos como clásicos irrepetibles.
¡Tigre!, ¡tigre! parte de una premisa muy sencilla: la venganza.
Pero no como una reacción automática y abonada a la caducidad, sino paciente e instintiva,
como una vendetta o un motor que puede impulsar el cambio total de un
individuo. Si leyendo estas frases aun no habéis dado con la fuente literaria
en la que se mira Bester, poco más podría añadir para que lo averiguarais, pues
es la venganza relatada más famosa de la literatura clásica.
Gully Foyle es el único superviviente del “naufragio” espacial que
sufre la astronave Nomad, cuyos
restos vagan entre las órbitas de Marte y Júpiter. Sólo y sin apenas esperanzas de ser rescatado,
Foyle sobrevive en condiciones penosas, sin apenas aire ni provisiones, vislumbrando
su final cada vez más cerca.
Pero un buen día (imperceptible este
en el frío espacio), aparece fortuitamente en el horizonte otra astronave. Utilizando
todos los medios de que dispone, Foyle logra atraer la atención de la recién
llegada, la cual se sitúa a la par de su gemela desahuciada. Por razones que se desconocen (y que
poco importan a nuestro protagonista), la supuesta rescatadora, la Vorga, hace caso omiso de las bengalas y
señales de petición de auxilio, dejando a su suerte a nuestro particular náufrago.
Se producirá entonces algo en la
mente de Foyle, una brutal transformación motivada por su deseo de venganza hacia
la tripulación que le abandono, que le impulsará a romper con su mediocridad y
su apática existencia, sobreviviendo contra todo pronóstico a la deriva durante
160 días hasta lograr escapar de los restos del pecio espacial.
Seremos testigos de la
metamorfosis psíquica, intelectual y social, del renacimiento de un nuevo
Foyle, con una fuerza y energía que no será frenada por ningún obstáculo
natural o humano, evolucionando desde los instintos más brutales y simples,
hasta su incursión en la sociedad, dominando con sutiles maniobras las
relaciones humanas y económicas.
Hay que añadir en el contexto que
como toda obra de ciencia ficción, cuenta con sus elementos sobrenaturales,
esto es, el Jaunteo, una nueva
habilidad que dota a los humanos de la habilidad de viajar a cualquier sitio
gracias a su mente. Por supuesto como sucede en la vida real, no todos los
humanos estarán dotados con las mismas capacidades, existiendo una jerarquía social basada en el rango de
distancia en el que se mueve cada individuo.
Como alguien ajeno a la
ciencia-ficción, Bester no concreta demasiado las leyes que rigen el Universo
de su obra, aun a pesar de introducir un elemento tan novedoso como el Jaunteo. El peso del relato recae
prácticamente en su totalidad en la figura de Foyle , el cual inspira en el
lector por un lado un sentimiento de admiración ante como logra superar con
éxito sus penalidades gracias a su sacrificio y abnegación, aunque por otro
lado no dejara de mostrarnos una dimensión miserable y repugnante, marcada por
el fanatismo y la obsesión por alcanzar su venganza, llevándole a cometer
auténticas atrocidades.
Os dejo
el extracto con el que se nos presenta al protagonista al comienzo de la
novela.
Sujeto: Foyle, Gulliver
Ocupación: Mecánico de 3ª
Educación: Ninguna
Habilidades: Ninguna
Méritos: Ninguno
Recomendaciones: Ninguna
Comentarios: Es un hombre de gran fuerza física y de un potencial
intelectual adormecido por la falta de ambición. Se esfuerza el mínimo posible.
Es el estereotipo del Hombre Medio.